¡Por fin podemos disfrutar del calorcito!

Durante la época estival nos suele apetecer más tomar bebidas frías para refrescarnos. Pero aunque haga calor, ¿vas a renunciar a los múltiples beneficios que te aporta una taza de té? Claro que no, el té también se puede tomar frío y vamos a explicarte cómo hacerlo.

Aunque antes de comenzar, nos gustaría recordarte que el té caliente hace que se regule tu temperatura corporal: ¿te has fijado que en numerosos países consumidores de té lo toman siempre caliente aunque las temperaturas sean extremas?

De todas formas, cada uno que elija su forma preferida para tomarlo. Yo personalmente siempre desayuno té negro Té negro Indian Chai y a media mañana acompaño una fruta con una taza de té verde o blanco: éstas siempre las tomo calientes. Luego, si es un día de calor, acostumbro a hacerme una infusión de frutas bien fresquita a media tarde. Después de cenar, vuelvo a la infusión caliente y me tomo algo digestivo para rematar el día.

Hay varias formas de preparar té frío o helado:

La que más nos gusta es dejar infusionar el té en agua caliente de la forma habitual, respetando siempre sus reglas de temperatura y tiempo, y luego meterlo a enfriar en la nevera. Ten en cuenta hacerlo un poquito cargado si luego le vas a añadir unos hielos.

Otra forma más rápida si quieres tomar un té helado al momento, es infusionarlo también en agua caliente, pero poniéndole menos agua. Es decir: hacer un té muy concentrado y una vez infusionado, le añades bastante hielo o hielo picado para enfriarlo y hacer así que los hielos le aporten el agua restante.

Y por último, puedes infusionarlo directamente en agua fría, pero en este caso debes tener en cuenta que el sabor tarda un poco más en lograrse, por lo que tardaremos en tener nuestro té helado unas horas. Esta opción la recomendamos para las infusiones de frutas: puedes dejarlas toda la noche macerando en agua en la nevera y por la mañana filtras la infusión y la pones en una jarra.

A tener en cuenta:
– Las cantidades son aproximadamente 20 g de té o infusión por 1 litro de agua. En medidas de té, vienen a ser 6 cucharaditas medidoras o de postre.
Si le pones azúcar, procura hacerlo mejor cuando el té está caliente.
– También puedes ser creativo y añadirle a tu jarra de té helado unas frutas picadas, menta fresca, un palito de canela o lo que se te ocurra.
– El té frío se conserva en la nevera sin que pierda sus propiedades durante 24-48 horas.
– Puedes pasar tu té frío a una botella o termo y tendrás un saludable refresco para llevar a la playa y disfrutarlo fresquito durante toda la jornada. Botellas y Termos

¡Y ahora, a disfrutar de tu té helado!
Aquí puedes ver las infusiones y tés que te recomendamos para tomar frías.  Tés e infusiones para tomar frías

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